jueves, 24 de octubre de 2013

LOMCE, ¡No gracias!




El Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, asegura que las asignaturas que elimina y reduce la LOMCE no son gran cosa.  

A ver, enumeremos, La LOMCE elimina y en otros casos reduce las siguientes asignaturas:

El latín y el griego base de nuestro idioma.
La filosofía que nos incita a reflexionar y a formar nuestro sentido crítico.
La música que  nos permite conocer otro lenguaje y desarrollar nuestra sensibilidad.  
La plástica  que nos fomenta la creatividad y la percepción compleja de nuestro entorno.
La educación para la ciudadanía que contribuye a inculcar valores democráticos y a educar en la libertad y en la tolerancia. 
Las ciencias para el mundo contemporáneo que tampoco sirven para nada, total, si sólo informan a los alumnos de las nuevas tendencias y disciplinas científicas, ampliando su visión de la realidad.
Y, las humanidades que nos ofrecen el conocimiento de nosotros mismos y la posibilidad de madurar intelectual y emocionalmente.


Para la Agrupación Socialista de Lorquí está claro que para Wert la educación no es algo importante. Al  Ministro de Educación, José Ignacio Wert,  le importa bien poco el desarrollo personal en una sociedad que solo aspira a individuos recortados y recortables.

Para Wert las bibliotecas son templos pasados que se debería incendiar, y los museos testimonios de artes decadentes que nada aportan al eficaz sistema de producción en el que nuestros alumnos pasarán de ser estudiantes a convertirse en simples piezas, según afirma el texto introductorio de nuestra nueva ley.

La sucesión de pruebas a modo de cribas necesarias y obligadas permitirá sesgar a unos de otros, relegando a quienes no lleguen al mínimo establecido a una educación deficiente e incompleta, para que conozcan-desde su más tierna infancia- su lugar en la cadena productiva.

Inspirada en las pesadillas de Orwell,  la LOMCE anula cualquier atisbo de aliento democrático en nuestras aulas, proponiendo un sistema elitista y segregador que hace de la supervivencia del más fuerte su único eje.